El mundo del embalaje de productos está en plena transformación. Ante la presión por ser más sostenibles, ofrecer soluciones personalizadas y optimizar sus operaciones, las empresas se ven obligadas a seguir de cerca las innovaciones que definirán el futuro.
De hecho, en 2025 y 2026, vamos a presenciar cómo el embalaje industrial se adapta a nuevas exigencias, tanto del mercado como de los consumidores, pasando por los embalajes de plástico reciclables, hasta llegar al embalaje a medida.
Sostenibilidad y materiales ecológicos
Una de las principales tendencias es la búsqueda de soluciones de embalaje flexible y ecológico. Las empresas están invirtiendo en materiales biodegradables, reciclables o reutilizables, reduciendo así su huella ambiental. Por ejemplo, los embalajes de plástico tradicionales están siendo rediseñados para cumplir con normativas europeas más estrictas, priorizando polímeros reciclados o bioplásticos.
Además, la trazabilidad será protagonista. Gracias a la evolución de la tecnología, como es el caso del Internet de las Cosas, los embalajes de productos inteligentes llegarán a permitir incluso monitorizar en tiempo real la ubicación del paquete y el estado del contenido. Así, esta tecnología será especialmente útil en sectores como el farmacéutico o el alimentario, entre otros.
Tendencias y factores a tener en cuenta en 2025 y 2026
Para adaptarte a las nuevas tendencias en embalaje de productos, hay que comenzar por auditar tu sistema actual:
- ¿Utilizas materiales reciclables?
- ¿Podrías beneficiarte de un embalaje a medida?
- ¿Tu embalaje industrial es eficiente o genera costes innecesarios?
Debes de tener en cuenta con este cambio que tu principal objetivo es integrar soluciones de embalaje flexible para productos pequeños o irregulares. Es importante también evaluar tus embalajes de plástico actuales: si no son reciclables o sostenibles, podría ser el momento de evolucionar hacia opciones más responsables.
Sostenibilidad y materiales ecológicos
Uno de los ejemplos de embalaje sostenible más conocidos actualmente en muchos sectores son las cajas recicladas y reciclables. Utilizar cartón reciclado y sin tratamientos químicos es una de las formas más comunes y efectivas de aplicar un embalaje flexible que se adapte a todos los productos que ofreces. Este cartón se puede incluso personalizar con tintes naturales o sellos de bajo impacto, ofreciendo una imagen personalizada, cuidada y coherente con los valores sostenibles que quieres dar a tu marca.
Por otro lado, otro ejemplo de embalaje sostenible son los rellenos biodegradables. Sustituir el plástico de burbujas por rellenos a base de fécula de maíz, papel kraft o virutas de cartón, entre otros materiales, es una opción cada vez más adoptada. Además, tienen otros beneficios: son ligeros, seguros y 100% compostables.
Por último, ¡pero no menos importante!, usar bolsas reutilizables y retornables, una medida que ya han implementado muchas marcas de sectores como alimentación y moda. Optar por bolsas de tela reciclada o envases reutilizables que el cliente puede devolver o reusar, es una medida fácil de llevar a cabo.
Precisamente, en CTT Express contamos con sobres con certificación Blue Angel que garantizan que al menos el 95% de los materiales que usamos en estos sobres son reciclables o proceden de fuentes recicladas.
¿Cómo empezar a mejorar el packaging de tu negocio?
Estudiar tu packaging actual, para poder desarrollar uno sostenible, es clave. Como marca, debes fijarte en qué tipo de materiales usas para envolver tus productos, valorar si son o no sostenibles, y encontrar un sustituto para aquellos que no lo son. Esto no significa reinventar, sino de adaptarse con el objetivo de ser una marca que aplica mejoras continuamente a su modelo de negocio.
Estos son algunos de los pasos y recomendaciones para crear un embalaje ecológico que funcione con tu marca y los productos que vendes:
- Evaluar tu packaging actual: analiza materiales, procesos y residuos generados.
- Investiga opciones sostenibles: busca proveedores que trabajen con cartón reciclado, bioplásticos, tintas ecológicas o sistemas reutilizables.
- Diseña pensando en la operativa: elige formatos que reduzcan el volumen y peso de los paquetes porque, además, mejoras la eficiencia del transporte.
- Comunica el cambio: informa a tus clientes sobre los ejemplos de embalaje a medida con carácter sostenible y cómo ellos también pueden reutilizar o reciclar los envases.
- Revisa y mejora constantemente: mide resultados y adapta tu estrategia según la evolución de la oferta y la demanda.