La automatización en la logística ha dado un gran salto gracias a la incorporación de los vehículos de guiado automático (AGV). Estas soluciones permiten, entre otras cosas, optimizar los procesos de transporte interno, mejorar la eficiencia y reducir errores en la gestión de almacenes.
Si quieres implementar esta tecnología en tu almacén, lo primero es conocer qué son los vehículos guiados automatizados, cómo trabajan y qué tipos puedes elegir
Qué son los vehículos guiados automatizados (AGV)
Los vehículos guiados automatizados o AGV (por sus siglas en inglés Automated Guided Vehicles) son sistemas de transporte robotizados que se utilizan en entornos industriales y logísticos. Se mueven de forma autónoma por el almacén siguiendo rutas predefinidas, mediante tecnologías como sensores, láseres, visión artificial o imanes incrustados en el suelo.
Estos AGV en logística han transformado la manera en que se gestionan los flujos de trabajo internos, facilitando el movimiento de mercancías sin necesidad de intervención humana. Además, permiten una integración fluida con sistemas de gestión de almacén (WMS) y otras soluciones inteligentes.
¿Qué tipos de vehículos automatizados existen para tu almacén?
Dependiendo del tipo de mercancía, el diseño del almacén y los flujos logísticos, existen diferentes tipos de vehículos de guiado automático que puedes implementar en tu negocio.
AGV de arrastre
Entre los más comunes destaca el AGV de arrastre, vehículos diseñados para remolcar carros o remolques cargados de mercancía. Se suelen utilizar los AGV en logística en líneas de producción o centros de distribución, donde es necesario transportar grandes volúmenes en distancias medianas.
AGV con plataforma
Por otra parte, nos encontramos con el AGV con plataforma, estos AGV para almacén cuentan con una superficie plana donde se coloca directamente la carga. Son ideales para transportar palets, cajas o contenedores entre distintas zonas del almacén. Además, suelen integrarse fácilmente con estaciones automáticas de carga y descarga.
AGV tipo carretilla
También se encuentra la opción del AGV tipo carretilla, que simulan el funcionamiento de una carretilla elevadora tradicional, pero de manera autónoma. Pueden levantar, transportar y depositar palets en estanterías o zonas de preparación de pedidos. Este tipo de AGV en transporte es especialmente útil, sobre todo, en almacenes con operaciones repetitivas y estructuradas.
AGV tipo lanzadera
Por otro lado, nos encontramos con los AGV tipo lanzadera, que son sistemas rápidos y compactos que operan en entornos reducidos, como pasillos estrechos o estanterías automatizadas, entre otros sitios. Se utilizan mucho en almacenes automáticos para realizar movimientos precisos y rápidos entre niveles o zonas de almacenaje.
AMR (Autonomous Mobile Robots)
En último lugar, aunque no se traten exactamente de vehículos de guiado automático tradicionales, nos encontramos con los robots móviles autónomos, conocidos como los AMR (Autonomous Mobile Robots), que son una evolución de los AGV. Utilizan mapas dinámicos y algoritmos avanzados para desplazarse de forma más flexible y eficiente, adaptándose a cambios en el entorno y evitando obstáculos en tiempo real.
Implementar los AGV en la logística supone mucho más que reducir costes. Significa mejorar la seguridad al minimizar riesgos en el manejo de mercancías, aumentar la capacidad de respuesta frente a cambios en la demanda y optimizar el flujo de trabajo para que cada operación sea más ágil y eficiente. Permiten al equipo puede centrarse en tareas de mayor valor, mientras la tecnología se encarga de los movimientos repetitivos, asegurando que tu logística funcione de manera más inteligente.